El universo es como un espejo.
Pronuncia palabras bondadosas a un espejo y éste te dirá lo mismo. Maldice un espejo y la imagen te maldecirá.
El Creador no impone un castigo o se levanta para juzgar a nadie. Son nuestras propias acciones las que regresan a nuestras vidas como reflejos regresando desde un espejo cósmico.
Sonríe al mundo el día de hoy y el mundo te sonreirá de vuelta.
Yehuda Berg